jueves, 7 de mayo de 2015

Pobreza, la mayor generadora de riqueza. ¿Contradictorio?, pregúntele a Oxxo

Blanca Padilla

Las tiendas de conveniencia Oxxo, propiedad de Fomento Económico Mexicano (Femsa), invaden ya Santiago Acahualtepec.
    
Era cuestión de tiempo. Iztapalapa es la delegación con mayor número este tipo de tiendas que han hecho su fortuna gracias a los  pobres. 
     
     
En las zonas pudientes de Monterrey en 25 años (1978-2000), sólo abrió 448 tiendas.  

    Bastó que llegara a la presidencia el ex empleado de Femsa, Vicente Fox,  para que Oxxo creciera como la espuma. Se changarrizó, llegó a las zonas populares y en ocho años (de 2003 a 2011), aumentó a 10 mil tiendas en México y Colombia.   
   
     Para 2036 planean tener un millón, el mismo número de tiendas de abarrotes en 2012.
 
   Y no sólo es Oxxo. Además de ser propietaria de la embotelladora de Cervecería Cuauhtémoc, Coca Cola y Jugos del Valle, Femsa es dueña de Súper Bara, Farmacias yza, Oxxo Gas, Farmacias Moderna, Doña Tota Gorditas, Immex y Oxxo Cedis.
   
     Por cada Oxxo, Femsa gana al día, en promedio, 650 mil pesos. A costa de sus empleados (aunque no los reconoce como tales) y de los consumidores, claro.

    Los precios de algunos artículos están hasta 40 por ciento por encima de los que pueden encontrarse en tiendas de abarrotes.
    Las tiendas Oxxo no son franquicias sino sucursales. Los “líderes de tienda” ganan el tres por ciento.

   Parece bueno, pero de ahí deben pagar gastos diversos del establecimiento, los sueldos de cada empleado e impuestos.
   
    El 97 por ciento de Femsa queda libre. Si en los inventarios hay faltantes, se los cobra al comisionista. Si hay demandas laborales, el comisionista debe responder.   
   
 Y con estas prácticas leoninas hacia los trabajadores, Oxxo, que por cada tienda sólo emplea a seis personas, provoca que en cinco kilómetros a la redonda cierren 35 tiendas de abarrotes, como ha dicho Peter Homberg Lehman, presidente del Consejo Coordinador Empresarial Mexiquense (CCEM).
    
      Lo que Oxxo ofrece a cambio, y con lo que las tiendas tradicionales no han podido competir es: establecimientos llamativos (mercadotecnia), higiene, horario de 24 horas, fácil acceso, rapidez y comodidad de compra, facilidad para pagar recibos de servicios domésticos y para realizar transferencias bancarias.

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