Por Cuchillito de Palo
Correr a los responsables de las Casas de Cultura en Iztapalapa, es una de las acciones más terribles cometidas por la actual administración”, de acuerdo con el poeta y periodista Tomás Licea.
Pero así fue desde el principio, la administración actual destruyó lo construido por la administración de Clara Brugada en materia de cultura.
Sólo un dato: la ex delegada contrató a 300 personas, además de los de base, entre talleristas y promotores culturales. De estas, 80 por ciento fueron despedidas al inicio de la administración del perredista Jesús Valencia.
Contrataron, en su lugar, a gente que no tenía ninguna idea del valor de la cultura. Se dedicaron a administrar la miseria que dejaron, abundó el también tallerista, despedido al iniciar la actual administración.
Saldo electoral, los despidos
La única razón, ahora, para correr a los responsables de Casas de Cultura es recuperar el dinero gastado en el periodo electoral, comentó también Tomás Licea.
Saldo electoral, los despidos
La única razón, ahora, para correr a los responsables de Casas de Cultura es recuperar el dinero gastado en el periodo electoral, comentó también Tomás Licea.
Algo similar piensa Ernesto Sánchez Becerril, responsable de Cenartec Acahualtepec, uno de los doce espacios donde se vive actualmente este problema, además de la Red Cultural Oriente, Frente Urbano Popular, Colectivo de Mejoramiento Barrial, Mercado de Cananea y Casita del Pueblo, entre otros.
Sánchez Becerril está desempleado desde el cuatro de julio, cuando ya no lo dejaron entrar al edificio que desde hace cuatro años planeo, ayudó a construir, puso en marcha y ha dirigido los últimos tres años.
Diana Lilián Reyes Anzures, maestra de artes plásticas; el maestro de música, Arturo García; el de arte urbano, Roberto Islas; Pedro Elías, de cartonería y Sergio Calvillo de guitarra y bajo, sus colaboradores, corrieron la misma suerte.
Los intereses políticos valen más que la cultura para la delegación, de acuerdo con Sánchez Becerril, quien se unió a las protestas de otros afectados para exigir su reinstalación y la de sus colaboradores.
El 20 de junio, se plantaron en el zócalo capitalino. Los recibió la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado. Les ofreció abrir mesas de discusión y análisis el Jueves 30, pero esto no ocurrió. Les dieron nuevas fechas, sin embargo, hasta que no exista una respuesta clara, seguirán manifestando su inconformidad.
En los próximos días, anexarán sus peticiones a la Carta por los derechos de la Ciudad.
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