–¡Estén atentos y
cuídense de cualquier codicia, que, por más rico que uno sea, la vida no
depende de los bienes!, le dijo Jesús alguna vez a la gente, según San Lucas.
Pero
estas enseñanzas bíblicas son ignoradas hasta por algunos de los más fervientes
feligreses. Esto es lo que pasa en la colonia Xalpa, concretamente en la
capilla de El Señor de la Misericordia, lugar que nació de un espíritu
solidario y que hoy enfrenta la ambición de algunas de las personas que administran la capilla.
El Estado mexicano, obedeciendo los mandatos del sistema neoliberal, está utilizando en nuestra contra una política de terror y exterminio pero, como sociedad, aún no nos cae el 20.
Cada día, como hoy, llegan terribles noticias de la violencia en el país, principalmente desde Guerrero, el estado más militarizado desde hace muchos años, pero en el que menos indicios de paz se ven.
La situación se recrudece cada día más: el odio y la violencia aumentan causando zozobra entre la población. Pero no hacemos nada.
La estrategia gubernamental está cumpliendo su objetivo: la llamada “guerra contra el narco”, no ha solucionado el supuesto problema de fondo que persigue, pero si ha logrado que la sociedad comience a paralizarse por el terror.
México se está quedando indefenso ante los embates del neoliberalismo salvaje. Ejemplo: las flamantes “reformas estructurales” pasaron prácticamente sin contrapeso alguno.
Es
una desgracia que todavía, en este siglo, haya mujeres que enfocan mal
su resentimiento cuando son traicionadas por su novio o esposo. Perdonan
enseguida al hombre en cuestión, en cambio se ensañan verbal y hasta
físicamente contra la otra mujer cuando ésta quizá ni las conoce ni
sabía de su existencia.
No piensan en ningún momento que, como
dijo Hortensia Bussi: en esta vida “únicamente traicionan los amigos”,
es decir los de confianza, los de casa.
La Acarreadora salvó una vez más el festejo de
Peña.
o El boicot a este festejo, organizado por
twitteros, no tuvo éxito.
o Twitter no es una red social a la que tengan
acceso muchos mexicanos.
o Además, no todos pueden acceder a la información
necesaria para
tomar sabias decisiones.
o Su único medio de información es la televisión.
Por Cuchillito de Palo Celebrar el inicio de
la lucha por la independencia junto con un gobierno que criminaliza la protesta
social y les resta méritos a los héroes nacionales es una contradicción. Por
eso al zócalo acuden cada vez menos pueblo y más acarreados.
En su afán por
“desmitificar” a nuestros héroes, los historiadores al servicio del gobierno
confunden y desmotivan a la población.
Contrario al honor
que merecen los valientes que dieron la vida por darnos un mejor país, de 1993
para acá se han difundido “verdades históricas” como que Hidalgo no gritó ¡Viva
la independencia! sino ¡Viva Fernando Séptimo! (el rey de España en aquella época).
Los estragos de las inundaciones, año con año, provocan las quejas de los vecinos de Iztapalapa, pero el agua no hace más que reclamar sus lechos naturales.
Los vecinos olvidan que viven sobre lo que fue un lago, sustento de un pueblo de pescadores que si supieron captar y aprovechar al máximo el agua de lluvia.
Antes que desperdiciarla o dejarla inundar pueblos y ciudades, los antiguos habitantes construyeron represas y jagüeyes para almacenarla y la distribuyeron por acueductos y canales que lo mismo servían para la irrigación de sus chinampas que como vía de transporte, de acuerdo con Fernando Benítez en Viaje al centro de México.
Correr a los responsables de las Casas de Cultura en Iztapalapa, es una de las acciones más terribles cometidas por la actual administración”, de acuerdo con el poeta y periodista Tomás Licea.
Pero así fue desde el principio, la administración actual destruyó lo construido por la administración de Clara Brugada en materia de cultura.
Sólo un dato: la ex delegada contrató a 300 personas, además de los de base, entre talleristas y promotores culturales. De estas, 80 por ciento fueron despedidas al inicio de la administración del perredista Jesús Valencia.