Por Blanca Padilla
El obispo emérito Salvador Rangel anunció que NO presentará denuncias por “tanto mal le han hecho”. Decidió perdonar a las personas que lo han revictimizado producto de la desinformación. Pero, ¿fueron realmente los medios los que expusieron al obispo? ¿Por qué a estas alturas de su vida sale a la luz su doble vida?En fin, eso dijo, a través de la cuenta de la Conferencia del Episcopado Mexicano (@IglesiaMexico) este obispo que se erigió en mediador entre jefes del crimen organizado, amigo de Rubén Figueroa Alcocer, el Tigre de Huitzuco, sempiterno cacique de Guerrero coludido con el narco, represor y asesino de luchadores sociales entre 1970 y 1990.