Por Blanca Padilla
Así, tenemos que, en Tijuana, entre 1990 y 2000 sólo se registraron 3 casos de personas desaparecidas; de 2001 a 2010, 59 casos; pero de 2011 a 2020, desaparecieron 2, 246. De todas estas personas, 602 no han sido localizadas todavía. Y a esto falta sumarle las 120 personas desparecidas de enero de 2021 al 18 de octubre de 2022, de las cuales 109 aún no se localizan.
En Iztapalapa, la situación se repite, de 1 caso, pasa a 150 y de ahí a 1 309, en cada una de las décadas mencionadas. De esas personas desaparecidas, 353 aún no han sido localizadas. A lo que debemos sumar las 403 que desaparecieron de enero de 2021 al 18 de octubre de 2022, de las cuales 316 todavía no han aparecido.
Puebla va de 1 a 129 y llega a 3 645, de los cuales 609 no han sido localizados. A estos se suman 266 desaparecidos de enero de 2021 al 18 de octubre de 2022, de los cuales 58 no han sido localizados todavía.
Juárez, Chihuahua que de 23 personas pasa a 376 y de ahí a 4 913, de todas estas hay 1 517 sin localizar hasta el momento. Más 53 personas desaparecidas de enero de 2021 al 18 de octubre de 2022, de las cuales 33 no han sido localizadas.
En Ecatepec, Estado de México, en la última década del siglo XX desaparecieron dos personas que aún no se han localizado. Pero en la primera década de este siglo desaparecieron 75 personas, y en la segunda 1 477, de todas ellas, 392 no han aparecido todavía. En los últimos dos años desaparecieron otras 679, de las cuales no se han localizado todavía a 224.
En Zapopan, Jalisco hace dos décadas desaparecieron 6 personas, hace dos, 130 y en la última 2 511, de todas estas personas, 1 517 no han aparecido aún. En los últimos dos años, desparecieron 827 más y 505 siguen sin aparecer.
Puebla ocupa el segundo, con 21.5 y el tercero Zapopan, con 17. Les siguen León con 14.3, Tijuana con 11.6, Ecatepec con 8.9 y en último lugar Iztapalapa con 7.1
Por número de personas no localizadas, Zapopan ocupa el primer lugar con 2 022, Juárez el segundo con 896 y Tijuana el tercero con 711. Les siguen Iztapalapa, con 669; Puebla con 667; Ecatepec con 616 y León con 348.
Todas estas personas, sumadas a las de otros municipios contabilizan las más de cien mil personas que en el país siguen desaparecidas.
Esto es lo que informa el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas del Gobierno Federal (RNPDNO) que contempla como delitos vinculados a la desaparición: la desaparición cometida por particulares, la desaparición forzada de personas (cometida por el Estado), el feminicidio, el homicidio y otros delitos como el rapto, el secuestro, el tráfico de menores, el tráfico de personas, el trabajo esclavo y el tráfico de órganos.
Ante esa gran cantidad de personas que desaparecieron para siempre o por algún tiempo en los últimos 12 años, cabe preguntarnos qué ha cambiado en México, entre la última década del siglo XX y la segunda del siglo XXI. Por un lado, podríamos hablar de las repercusiones que trajo la llamada “guerra contra el narco”, iniciada por Felipe Calderón y continuada por Enrique Peña Nieto y, por otro, sobre el alto índice de desempleo y el aumento en el uso de Internet.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), en 2015 el 39.1 de los hogares tenían conexión a Internet, lo cual aumentó para 2021 a 66.4 %, es decir, al doble.
En cuanto al uso de teléfonos celulares, también es cada vez más alto entre personas de 6 a más años de edad. Las cifras crecieron de 71.4% en 2015 a 78.3% en 2021, de acuerdo con el INEGI.
El crecimiento del desempleo también puede ser otro factor. De muchas de las personas desaparecidas, sus familiares recuerdan que la última vez que los vieron salieron a buscar trabajo. Y es que, en 2006 la tasa de desempleó era de 3.20%, pero para 2010 era de 5.10% y en 2011 llegó a 5.30%. De ahí bajó y volvió a repuntar en 2020 cuando llegó a 4.50%.
Hay personas desaparecidas que, con la esperanza de conseguir un empleo, se han contactado con alguien que les ofrece empleo por internet y ya nunca se les vuelve a ver. También, existen denuncias de reclutamiento masivo entre jóvenes de Monterrey, Michoacán, Veracruz, Juárez, Culiacán, etc.
De todas las personas desaparecidas, al poco tiempo, muchas aparecen con vida. Otras, desafortunadamente han sido localizadas muertas. Pero, como vemos, hay otras que siguen desaparecidas después de años y eso sólo significa una cosa: las autoridades responsables no han hecho su trabajo.
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